martes, 13 de mayo de 2008

Cuando habia que alentar, no alentaron

Palabras como estas salieron de la boca de Ahumada, un referente del club, hoy dolido al igual que todos por la eliminación que aun no se olvida.
El viernes pasado, Sebastián Abreu encendió la mecha al desdramatizar una caída que fue tildada de histórica. Una parte del público millonario le respondió al delantero uruguayo con una bandera, al tiempo que el equipo fue recibido con maíz, en alusión al apodo de "gallinas". Este mediodía, Oscar Ahumada, un jugador del riñón del club, dialogó con "Vamos con Niembro" (Radio Del Plata) y escribió un nuevo capítulo en la novela."Cuando San Lorenzo se puso 2 a 1, la cancha enmudeció. Cuando se sintió ese silencio atroz, quizás eso se transmitió a la cancha", manifestó el volante sobre la actitud de la gente de River ante el descuento parcial de San Lorenzo. Enseguida, comparó esa reacción con lo ocurrido hace un tiempo en la Bombonera: "Yo he jugado en la cancha de Boca, ganando 2 a 0, y la hinchada de ellos se nos caía encima". Luego manifestó que lo ocurrido ante San Lorenzo fue "un golpe duro". "Yo, si tengo a la fiera herida, le aplasto la cabeza. Le hago, cuatro, cinco o seis. Se sabe que el animal que está herido es el que más tira a defenderse y eso es lo que pasó el otro día", agregó Ahumada, quien no jugó ese partido por la Copa."Nos llevó dos o tres días reponernos. Por suerte estamos muy bien parados en el campeonato, aunque ganar el título no va a tapar todo", continuó. Finalmente, resaltó la victoria sobre el Lobo platense y se ilusionó con el tramo final del torneo: "El partido del otro día era fundamental. Tenemos un fixture bastante accesible".

"Te duelen cosas asi"


No da vueltas cuando se le pregunta por la bronca de los hinchas y el recibimiento que le dieron al equipo el domingo. "No lo esperaba. Sabía que la gente iba a estar más enojada de lo normal por lo de la Libertadores, pero me sorprendió lo que hizo", dice. Y con toda seguridad, afirma: "Aunque hay que darle para adelante, fue un momento feo, raro... Me dolió que nos tiraran maíz". La humillante eliminación de la Copa se instala. Y el Enano no la gambetea. "No hay mucho por explicar. Fue insólito. Hubo diez minutos fatales y se nos terminó todo", explica sin ánimo de dramatizar, pero con dolor. Tanto, pero tanto, que admite no haber querido volver a ver el partido del jueves. "Al otro día traté de no mirar televisión porque sabía que iba a ser muy duro. Después no se dio y pensé que se iba a terminar ahí", admite. Y no hace falta decirle que se equivocó. La lluvia de granos de maíz que cayó desde la platea San Martín antes de jugar ante Gimnasia lo hizo caer en una realidad indisimulable: la bronca no tenía nada de pasajera. Al contrario. Algo que Buonanotte acepta sin chistar, pero cuestionando la forma de expresión. "Siempre hay banderas y gritos cuando pasan estas cosas. Entiendo perfectamente el enojo, pero lo del maíz, insisto, fue extraño. Que tus hinchas te reciban como hacen en otros clubes es muy duro", cuenta sin necesidad de recordar la "bienvenida" que el plantel recibió hace 15 días en La Boca para hacerse entender.

Habla sin interrupciones. Deja claro que no le interesa tomar el Clausura como un premio consuelo. Pero tampoco se anima a hacer futurología y jugarse a afirmar que el Clausura puede ayudar a tapar la decepción que originó el tsunami Ramón. "No sé si a la gente le va a alcanzar", duda. Pero en lo que no ve interrogantes es en la necesidad de festejar de una buena vez. "Algo tenemos que ganar. Lo sabemos y estamos tranquilos porque el grupo está muy fuerte, muy unido. Y eso es importante", asegura. Por eso, cree que con maíz o sin maíz, será clave vencer a Independiente. "Es una final como la de Gimnasia. Y hay que seguir igual. Esto es River, y aunque la gente no ayude, tenemos que salir a ganar siempre".