domingo, 8 de junio de 2008

¡RIVER CAMPEON!



Explotó el Monumental. El mismo que vivió uno de los silencios más sepulcrales de las últimas décadas de River, cuando San Lorenzo lo eliminó de la Copa Libertadores, apenas unas semanas atrás. Explotó el Monumental, que disfrutó de su nuevo ídolo, el pequeño Buonanotte, gigante para devolverle el alma al cuerpo a los hinchas incrédulos ante el transitorio 1-1 del millonario ante Olimpo. El equipo de Simeone tuvo un final de semestre feliz. Después de cuatro años -Apertura 2004- volvió a gritar campeón y lo hizo tras recorrer un sinuoso camino que supo de muchos sinsabores.

Ni bien finalizó el partido los futbolistas se quedaron en el campo de juego. Saludaron y escucharon por radio los minutos finales del empate entre Estudiantes y Colón. Cuando desde La Plata llegaron buenas noticias, el Monumental desató la alegría contenida para celebrar el título 33° en el fútbol argentino.

El partido. El equipo de Núñez salió a buscar el resultado que necesitaba ante un conjunto visitante que se plantó como pudo, teniendo en cuenta su bajo promedio y que enfrentaba al máximo candidato al título, que por su peso específico consiguió el primer gol. Diego Barrado, con pasado riverplatense, cometió una falta sin sentido cerca del área de Olimpo y Matías Abelairas se hizo cargo, la cedió rápidamente para Diego Buonanotte, la figura de este River, para que defina abajo a un palo, con categoría, y vulnerar la resistencia del arquero José Ramírez.

El Enano mostró su mejor fútbol y hasta pudo aumentar la ventaja en el marcador, pero a continuación el que se lució fue el arquero de Olimpo, mientras que Ariel Ortega también aprovechó los espacios que le dejó la última línea del equipo visitante.

La movilidad del Burrito y la pelota detenida de Abelairas abastecieron a los laterales Paulo Ferrari y Cristian Villagra, que tiraron centros para Radamel Falcao y Sebastián Abreu, que desperdiciaron chances increíbles para aumentar la ventaja. Antes de finalizar la primera etapa, Abreu se perdió un gol increíble debajo de los tres palos, tras un centro desde la izquierda de Abelairas que Falcao, con un cabezazo, estrelló en el travesaño.

River fue el protagonista en el primer tiempo, incluso generó peligro para su propio arco con desinteligencias de sus defensores, pero Mauro Olivi y Josemir Lujambio no tienen una buena tarde. En el complemento sobrevolaron los fantasmas de la eliminación en la Copa Libertadores de América en manos de San Lorenzo de Almagro, porque Olimpo -obligado por el promedio- fue a buscar el empate y River se vio sorprendido.

Fue el equipo de Florit sin ideas a llevar peligro para Juan Pablo Carrizo, y se acercó a Juan Pablo Carrizo con un disparo de Josemir Lujambio, todo un presagio para lo que iba a venir. A los 21 minutos, Olivi desparramó rivales por izquierda y envió un centro para Lujambio, quien de media vuelta puso la igualdad parcial.

Cuando parecía que el festejo se iba a postergar otra vez apareció la figura de River en el semestre, Diego Buonanotte, para convertir el gol que significó un título después de casi cuatro años sin festejos. El símbolo riverplatense Ariel Ortega le metió un pase en profundidad al Enano, que definió cruzado en el gol más festejado, el que significó una alegría después de mucho tiempo.