lunes, 3 de noviembre de 2008

La última oportunidad para el último

Más triste que fastidioso, más desconcertado que desilusionado, más decepcionado que enojado, el Cholo Simeone consideraba, a sólo horas de la derrota contra Gimnasia, en Jujuy, que su River había tocado fondo.

En ese contexto, ni se le cruzaba por la cabeza irse ( "Sería de cobarde... y último no me voy ni loco" ) o deslindar responsabilidades ( "Sea como sea, este plantel lo armamos nosotros y no le falta huevo, le falta juego" ). Y aun sin tener clara la estrategia para afrontar, después de tantas pruebas y ningún resultado, en la intensísima semana que se le venía, confiaba en algo: peor no podían estar.

Error: después del empate contra Newell´s, en el Monumental, y de la derrota contra Lanús, en el Sur, River quedó mucho más lastimado que la mano derecha del entrenador, herida que refleja mejor que nada el momento que viven tanto él mismo como su equipo.

Y como si no bastara con el último puesto, por debajo de tres equipos que pelean por evitar el descenso, y la histórica racha de 11 partidos sin victorias, con apenas 5 empates y 9 goles a favor, se le ha agregado la resurrección de Boca. Aunque parezca que ha pasado un siglo, hace sólo poco más de tres semanas, el archirrival se había transformado en un cabaret y no había resultados que lo disimularan: a 8 puntos de líder, estaba tan lejos de la lucha por el título como el propio River, pero en un ambiente muchísimo peor. Después del receso por la miniserie eliminatoria llegó el superclásico y, con él, el trampolín para uno y el tobogán para el otro. A River, está claro, le tocó el peor juego en la plaza.

Lo que le queda por delante es algo más que una hazaña. Ganarle a Chivas de Guadalajara, en México y en estas condiciones, para conseguir el pase a las semifinales de la Copa Sudamericana se parece mucho más a un milagro.

No hay un sólo argumento objetivo que permita sostener un posible triunfo de River: los jugadores no han mostrado jerarquía individual ni rebeldía para sobreponerse a la adversidad; el equipo no ha mostrado funcionamiento colectivo ni versatilidad para adaptarse a las variantes; el entrenador no ha encontrado el sistema que potencie los recursos que tiene... Hay que apelar a la esencia imprevisible del fútbol, sólo a eso, para oponerse a la idea de que esto es cosa juzgada.

Y de concretarse la hazaña, el milagro, entonces sí habrá que imaginar que esta historia, que parece motivada por algún maleficio, podría cambiar. Tan grande sería el logro, que debería impulsar indefectiblemente hacia arriba a un River que debe sentir en sus pies el barro del fondo del pozo.

Simeone empezó mal su semana decisiva

Diego Buonanotte debió abandonar la última práctica del plantel de River en México debido a una molestia en el tobillo derecho , lo cual inquietó al cuerpo técnico, aunque se presume que no tendrá problemas en esta desde el inicio en el choque del próximo jueves, ante Chivas, por la revancha de la Sudamericana, luego del primer encuentro en el que se impusieron los mexicanos por 2 a 1, en Núñez.

El conjunto millonario se entrenó bajo las órdenes de Nelson Vivas en la ciudad de Guadalajara.

Lo primero que se hizo ante este panorama con el volante fue preservarlo, aunque se estipula con que se recuperará sin mayores problemas y podrá ser de la partida.

Para estas horas se aguarda que las prácticas vuelvan a ser dirigidas por el propio Diego Simeone, quien emprendió el viaje hacia tierras aztecas tras la caída del sábado ante Lanús, en el torneo local, por 2 a 0; resultado que dejó al equipo en total soledad en el último lugar de la tabla de posiciones.

Para el choque del jueves es posible que sea titular Juan Marcelo Ojeda , quien padece un desgarro pero sería infiltrado.

Oscar Ahumada seria otro de los que se encuentra en duda, ya que depende de la recuperación que tenga por un traumatismo en el pie izquierdo.

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Con la noticia de ayer LANUS 2 - 0 RIVER llegamos a las 200 noticias publicadas y vamos por mas!