Serán 48 horas que pueden definir la suerte de River en el primer semestre de 2009. Los refuerzos están al caer, pero en Núñez nunca -y menos hoy- se sabe. Si todo sale bien,
entre la mañana de hoy, miércoles, y el viernes se cerrarán las incorporaciones de Ariel Ortega, Cristian Fabbiani, Marcelo Gallardo y Juan Mercier.Claro que no es color de rosa el panorama. La autocrítica, y las críticas, comienzan a hacerse sentir. Las palabras de Mario Israel, ayer, diciendo que el equipo "no juega a nada", graficando la desesperación con que se vive un año político en la institución, traerá todo tipo de consecuencias.
La reunión que mantuvo el entrenador Néstor Gorosito con la comisión directiva dejó algunas cosas en claro. Por un lado, la tranquilidad para "Pipo" de que los refuerzos llegarán, por el otro, el tirón de orejas por sus actitudes de los últimos días.
Los que vendránOrtega quiere volver, ya se lo manifestó a Gorosito y sólo resta resolver el tema económico. Hoy comenzarán las reuniones para la "operación retorno". El dato de quién pondrá el dinero no es un detalle menor.
Fabbiani convulsionó el martes al "plantar" a Vélez para manifestar abiertamente que quiere ir a River. La dirigencia "millonaria" tiene el camino allanado, pero, una vez más, lo económico es fundamental, aun aunque el delantero haya dicho que en Núñez jugaría "gratis".
Gallardo ya habló con el entrenador, hoy se presentaría finalmente a la revisión e inmediatamente firmaría el contrato. En su caso, el dinero no es una traba, pero las negociaciones se demoraron porque Gorosito nunca estuvo convencido de su llegada y, encima, no tiene una relación óptima con Ortega, otro de los que vendrían.
Mercier fue uno de los primeros nombres que apareció en escena, pero -insólitamente para un club como River- su traspaso costaba mucho dinero. "Pipo" lo conoce de su paso por Argentinos Juniors y la insistencia con que lo pidió finalmente le haría ganar la batalla. Hoy se resolvería.
El enojoNo todas fueron buenas noticias en la reunión de ayer. Según informa el diario
Crónica, los dirigentes están molestos por algunas actitudes del DT y así se lo hicieron saber, aunque en buenos términos.
En primer lugar, le sugirieron que en River no es recomendable, mucho menos en un año político,
manifestarse con tanto énfasis y públicamente por la llegada de los refuerzos.
Tampoco cayó bien
la pelea del técnico con un hincha en Mendoza que le recriminó el planteo táctico. Casi se van a las manos y fue noticia en todos los medios.
Que haya puesto los titulares ante Boca fue otra de las causas de enojo de los directivos, sobre todo sabiendo de antemano que Carlos Ischia apelaría a los juveniles y que una derrota -como finalmente sucedió- encendería el alarma.